Pioneros en la Loma del Capiro
domingo, 30 de diciembre de 2007
De La Habana a Santiago VI. Santa Clara.
Publicado por ingelmo en 12:41 8 comentarios
Etiquetas: Va de Cuba
domingo, 23 de diciembre de 2007
De La Habana a Santiago V. Trinidad.
Publicado por ingelmo en 16:00 5 comentarios
Etiquetas: Va de Cuba
miércoles, 19 de diciembre de 2007
De La Habana a Santiago IV. Cienfuegos.
Publicado por ingelmo en 17:57 2 comentarios
Etiquetas: Va de Cuba
martes, 18 de diciembre de 2007
De La Habana a Santiago III. Viñales.
Valle de Viñales
Panorámica desde Los Jazmines
Panorámica desde La Ermita
Punto de fuga
Surcos y un perro
La calma precede al Wilma
Publicado por ingelmo en 20:17 1 comentarios
Etiquetas: Va de Cuba
lunes, 17 de diciembre de 2007
De La Habana a Santiago II. La Habana.
Publicado por ingelmo en 18:04 4 comentarios
Etiquetas: Va de Cuba
viernes, 14 de diciembre de 2007
Buenos Aires, una banda de rock y devaneo
Buenos Aires fueron:
Voz: Luque.
Batería: Chicano.
Bajo: Luna.
Guitarra: un servidor...
Te mueres sin dejarte la vida en ello
Paparisto
Publicado por ingelmo en 22:11 1 comentarios
Etiquetas: La música que me acompaña, Pa echarse unas risas
De La Habana a Santiago I. Casas particulares.
En cuanto a los medios de transporte, nosotros nos movimos fundamentalmente con la línea de ómnibus Vía Azul. Son autobuses modernos y climatizados, pensados para que el turista pueda moverse por las principales ciudades del país con cierta rapidez y comodidad. Los precios no son muy caros, de La Habana a Santiago, por ejemplo, que son unos 950 km, sale por 51$.
Para recorridos cortos (hasta 30km) en ciudades como La Habana, Santiago o Trinidad os recomiendo los coco-taxis, para trayectos más cortos los bici-taxis o los carretones de caballos. El bici-taxi cuesta 1$ o 2$ y el coco-taxi a partir de 4$. Nosotros, por ejemplo, cogimos un coco-taxi en Santiago, por unas 5 horas, para ir hasta el Morro y la Virgen del Cobre y nos costó 18$. En Trinidad también solíamos ir hasta playa Ancón, a unos 8 Km, en coco-taxi.
En cuanto a las casas particulares en La Habana, en octubre cuestan unos 20$ la habitación por noche, independientemente de que seáis 1 o 2 personas. Además, por unos 3$ por persona os darán de desayunar. En el resto del país podréis encontrar alojamiento por 10$ ó 15$ la habitación, los desayunos igualmente a 3$ y las comidas a partir de 7$.
Casas particulares:
Como comenté más arriba, en Cuba, a excepción de en La Habana, no es difícil encontrar alojamiento en casas particulares, por ello en este apartado sólo voy a mencionar las que me parecieron excepcionales por su ubicación y por su hospitalidad.
La Habana:
"Luis" (Tlf. 0053 1419 3430) c/ Piro Guinart (Boca) 106 e/ Frank Pais (Carmen) y Clemente Pereira (Cruz Verde). Una familia estupenda en el centro de Trinidad. La habitación tiene terraza y acceso independiente desde la calle.
"Nely y Elpidio" (Tlf. 0053 1419 3564) c/ 2da nº1 (esquina Línea) e/ Simón Bolívar (Desengaño) y Francisco Javier Zerquera (Rosario). Son los suegros de Luis, encantadores, me alojé en su casa en el primer viaje. Inconveniente, a las afueras de Trinidad, unos 10 minutos caminando al centro o 2 minutos y 1$ en bici-taxi.
Publicado por ingelmo en 20:24 4 comentarios
Etiquetas: Va de Cuba
jueves, 13 de diciembre de 2007
miércoles, 12 de diciembre de 2007
Italia. Día 13: Milán
Vittorio Emanuele II
Zubiarte
Publicado por ingelmo en 23:49 2 comentarios
Etiquetas: Italia en 13 días
lunes, 10 de diciembre de 2007
Mi nueva cámara
Publicado por ingelmo en 00:09 7 comentarios
Etiquetas: Cajón de sastre
domingo, 9 de diciembre de 2007
En brazos de la mujer madura - Stephen Vizinczey
Stephen Vizinczey, escritor húngaro emigrado a Canadá y posteriormente a Estados Unidos y Londres, escribe sus novelas más importantes en inglés, demostrando dominar esta lengua como si se tratase de la materna. Con En brazos de la mujer madura consigue no sólo entretener sino también que el lector se plantee preguntas y reflexione sobre sus propias experiencias.
Publicado por ingelmo en 10:35 4 comentarios
Etiquetas: Leer también es viajar